La “pasada”
de cal se secaba en la pared cuando llegaron los guardianes del orden a interrumpir la pinta. Aquellos tres policías pedían a los jóvenes parar lo que
estaban haciendo. Desde luego que en ese preciso momento los miembros de Acción
Poética no hacían más que esperar a que la barda quedara lista para empezar los
trazos, así que los señores justicia no
habían tomado a los graffiteros in fraganti sino en el descanso, además
había un permiso por escrito y a nombre del dueño de la barda para que ésta
fuera pintada con una de las tantas frases motivadoras y de reflexión que
circulan por las redes sociales. Del muro físico de algún buen tipo que presta
su pared, al muro digital del facebook, las colaboraciones de Acción Poética han
sido sumamente criticadas por los lectores apocalípticos
y ortodoxos; aunque también son elogiadas por algunos integrados y aficionados.
Aquella
necedad por parte de las autoridades era más que un choque generacional: los
oficiales no intentaban entender razones y “de la manera más atenta”
solicitaban a los muchachos que dejaran de pintar, o serían remitidos
al ministerio público y deberían pagar una exorbitante multa, o en su defecto, tenían que ir a aclarar la situación ante el juez conciliador, a pesar del
permiso por escrito por parte del subdelegado del COPACI (Consejo de Participación Ciudadana) de la colonia. Lo que querían los
policías (arguyendo que sólo seguían instrucciones) era que la autorización de
la pinta tuviera un sello por parte del Consejo antes referido. Mientras los
oficiales se retiraban haciendo hincapié en que volverían para revisar que todo
estuviera en regla, la persona que consiguió
la barda fue a ver al dueño para que autorizara de nuevo la pinta. Cabe señalar
que esta no es la primera vez que los miembros de Acción Poética EdoMéx son
amedrentados por la Secretaría de Seguridad Ciudadana de este municipio.
Lo más
lamentable es que a tan sólo unos metros de donde está la barda que iba a
intervenir Acción Poética se encuentra una pinta de aquellas que aparecieron de
la noche a la mañana en Cuautitlán Izcalli, reflejando las disputas entre dos
grupos de poder del municipio que tratan de controlar las rutas del transporte público
y que muy probablemente no fueron autorizadas por ninguna persona. En ese
sentido, creemos que era más legítima (sencillamente por el mensaje que buscaba
transmitir) la frase de “Mahatma” Gandhi: “Tú debes ser el cambio que quieres
ver en el mundo” que la patética “FUERA ANTORCHA
DE IZCALLI”. Si de algo puedo estar seguro es que los habitantes de este municipio
que transitan todos los días por la avenida primero de mayo preferirían leer
una frase emotiva de un movimiento cultural apolítico que intenta llevar la palabra
(literalmente) a las calles, antes que una consigna de odio entre grupos corruptos
adheridos al mismo partido y que miden sus músculos
políticos ante la autoridad.
Por lo
tanto no debe ser aceptable que el gobierno municipal persiga de tal manera a
un grupo de chavos que lo único que buscan es expresarse en las bardas públicamente
y a través de medios legales (la solicitud del espacio al propietario del
mismo) en lugar de reprender a sus esquiroles por adueñarse de los espacios
públicos para fines detestables per se
(controlar el tan codiciado monopolio del transporte del que ya hemos hablado en este blog). Por otro lado, los
policías deberían vigilar que no se cometan más secuestros, robos con arma de
fuego y demás delitos que le atañen, no convertirse en el nuevo tribunal de las
buenas costumbres y la defensa del honor y la familia.
Por
último, debo denunciar que hace unos días, la barda de la que hablo fue de
nuevo pintada con cal y “rayoneada” por alguien que claramente no es un “graffitero”
–y menos aún pertenece a Acción Poética EdoMéx. Esto se deduce por el tipo de
trazos que se hicieron y por la propia cobertura de cal. Es bastante obvio que
los responsables tuvieron el mismo tiempo que los de Acción Poética en cubrir
la pinta y no fueron remitidos por alguna autoridad, a pesar de que éstos otros
no contaron con el permiso del propietario de la barda. Así que el que esto
suscribe exige que los compañeros artistas de Acción Poética dejen de ser
amedrentados por la autoridad y se les permita seguir con su contribución a la cultura
local, aunque no estén suscritos en los grupos beneficiados políticamente por
el ayuntamiento.
Cuando el gobierno comienza a atacar la libertad de expresión, incluso cuando no se habla de política, se dice que es un gobierno fascistoide.
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