jueves, 1 de agosto de 2013

[Crítica] El vuelo de la Reina

Hay una cierta peligrosidad al leer una novela que tiene trasfondo histórico. La más común es creer que la ficción cuenta la realidad. Muchas novelas históricas realmente son situaciones actuales con algunos retoques de nostalgia, fechas, lugares comunes y edificios corroídos por el tiempo.
Pero, cuando analizamos las obras serias, ya sean las escritas en su tiempo o las actuales con bases confiables, fidedignas, podemos extraer muchísima información si sabemos exprimir con toda fuerza el contexto histórico.
 “El vuelo de la Reina” de Tomás Eloy Martínez, por ejemplo, cuyo fondo es una Argentina corrompida y decadente, relata la obsesión enfermiza de Camargo, periodista veterano y ambicioso que se enamora de Reina, una joven que inicia en el periodismo. El trasfondo histórico es el declive del régimen menemista, que es, guardando las distancias, muy similar al periodo de Carlos Salinas de Gortari: el viraje repentino a lo que hoy conocemos como neoliberalismo.1
La trama va por dos vertientes: la primera consiste en registrar la obsesión, el voyerismo de Camargo sobre la jovencita Reina Remis; la segunda, contar la degradación de la política argentina (el episodio del presidente y las apariciones, la ironía desatada contra las figuras del poder y , sobre todo, el peso que tiene el cuarto poder sobre el gobierno)
Podemos ver la tragedia pintada de sátira, la Argentina postrada por culpa de sus políticos, desde el primer capítulo. La desesperación por no hallar salida a la situación política:

- Pasó algo trágico, Doctor- le dijo-. Habíamos impreso ya la mitad de la edición cuando nos avisaron que se mató el senador Valenti.
-  ¿y usted qué hizo?
- Lo que pensamos que usted haría, doctor. Parar la tirada (...) la viuda lo encontró de rodillas, al lado de la cama, con un tiro en la boca. No dejó ninguna carta. Eso es lo que dicen.
Por fin alguien tenía un gesto de dignidad. La Argentina estaba enferma hasta los huesos. Pero una sola muerte no cambiaría el orden de las cosas.2

El poder estatal a la vez que es ridiculizado con el episodio del presidente-monje, también es criticado por su refugio en la religión y en la creencia de que un golpe de timón tan radical atraería las simpatías de un populacho cada vez más enardecido.
Algunas de las novelas de Martínez- como él mismo lo señala, y es punto capital de esta breve exposición- son una mentira. Pero una mentira justificable que desnuda al sistema corrupto y corruptor, de allí que “El vuelo de la Reina” muestre, además de la historia alrededor de la obsesión por una mujer, la decadencia moral y política de la Argentina Menenista.3
La personalidad misma de Camargo muestra a un ser profundamente celoso, inestable, que está profundamente ligado a toda la situación política de la novela: no puede creer en la verdad, no existe tal cosa. Para él, Reina es una infiel a pesar del control férreo que tiene sobre ella. La situación con la Argentina es similar: no hay control sobre el país.



_________
1.- Castiglioni Franco,” Argentina. Política y economía en el menemismo”, en Nueva Sociedad Nro. 143 Mayo - Junio 1996.
2.- Tomás Eloy Martínez, El vuelo de la reina, México, Ed. Alfaguara-La Jornada, 2009, p. 31.
3.- Marcelo Coddou, Ideología y política en la obra narrativa de Tomás Eloy Martínez, Drew University, Hipertexto, 2008, p. 75




No hay comentarios:

Publicar un comentario

[Vaguedades] es una revista crítica, por ello ve con buenos ojos que otros critiquen su trabajo.
Si tienes algún comentario hacia este artículo, háznoslo saber.
Recuerda que las críticas siempre deben ser fundamentadas y las propuestas o correcciones nos ayudan a crecer. Por favor respeta a los demás como esperas que te respenten.