jueves, 1 de agosto de 2013

[Deportes]: Futbol y estudio de la sociedad.

[Fotos: Hnos. Banegas Ramos.]
Una frase emitida muy a menudo cuando existen visos de relacionar futbol y política es que no debemos mezclarlos. El sentido que tienen encierra, primero, el prejuicio colectivo que el futbol debe permanecer limpio y puro frente a la sucia política, la cual, es entendida como la narrativa de enjuagues y acuerdos impúdicos entre los partidos o fuerzas políticas.
Estadio Olímpico Universitario. Ciudad Universitaria, México.

La frase se escucha a menudo, sobre todo cuando nuestros allegados no logran entender, por ejemplo, por qué se liga el independentismo catalán con el Derby Barcelona versus Real Madrid, que es en gran parte la esencia de la rivalidad o, peor aún, condenan ciertas expresiones dentro de los estadios como la defensa en trapos por varios grupos de animación a la causa Palestina.
En México, durante el pasado proceso electoral, en el estadio Olímpico Universitario en un partido de Pumas, se exhibió en la tribuna del palomar una manta donde le recriminada a la candidata panista su opinión sobre la UNAM expuesta en su tesis de licenciatura. Las voces de los comentaristas deportivos no admitieron la legitimidad de la expresión y la fuerza de seguridad pidió que se quitara dicha manta.
Lo que no se puede olvidar es que el deporte es “una parte que puede ser usada como un medio para reflexionar sobre la sociedad”1 en las transformaciones del deporte y el futbol en concreto, se desenvuelven varias formas de hacer estudio desde múltiples ópticas.
En nuestro país, los estudios sobre el deporte y el futbol estaban condenados a la épica deportiva exclusivamente, la editorial Clío no estuvo dispuesta a bus-car explicaciones de la sociedad en el deporte, León Krauze no aprovechó la vitrina de la televisión para hacer propuestas serias bajo ningún tipo de metodología.
En América Latina los trabajos sobre el deporte y el futbol apenas comienzan y los senderos que se proponen son diversos dentro de la brecha que marcan los estudios culturales. Desde los estudios de identidad, imaginarios sociales hasta el análisis del uso político del deporte.
Desde el seno de la academia se vilipendió durante mucho tiempo al futbol bajo la sentencia de ser “el [nuevo] opio del pueblo” y por tanto no era importante su estudio. Sin embargo, podemos afirmar que bajo esa premisa, también se pueden sacar investigaciones interesantes con ricas conclusiones, a partir del estudio del futbol como factor enajenante y su pretendido uso como opio.
Dentro de los imaginarios colectivos puede ser atractivo el estudio de cómo las identidades en determinado equipo van modificándose a lo largo del tiempo, es decir lo enriquecedor es la historicidad de cierta identificación e imaginario y su dialogo con la realidad puesto que ninguna son inmutables. Por ejemplo, el antiguo imaginario del Atlético de Madrid como representante de las clases bajas terminó identificando a su afición con grupos fascistas. Casos como éste son interminables.
Argentina fue campeona en casa en el mundial de 1978.
Tema del próximo artículo sobre Futbol y sociedad 
Las políticas de Estado hacia el futbol o el deporte también pueden ser sumamente ilustrativas. No fue la misma posición, aunque tuvieran propósitos parecidos, la que asumió un estado populista que una dictadura bajo la Doctrina de Seguridad Nacional (DNS) o los primeros gobiernos de transición a la democracia en América Latina. El caso de Argentina puede ser paradigmático para este planteamiento.
Pero debemos tener cuidado en el momento de analizar y hacer estudio de la sociedad relacionada al deporte y la futbol. No podemos caer en la banalización ni en la chacota del periodismo deportivo, el cual es, así mismo, otra veta para el estudio del futbol como distribuidor de un producto deportivo y de una industria cercana a las masas; además de ser el creador de mitos y héroes.
Debemos estar abiertos a posturas y aprender que podemos hacer historia prácticamente de todo y el futbol no es una excepción. No podemos llevarnos sólo por lugares comunes aparecidos dentro y fuera de la academia y sus estudios rigurosos. Además el futbol pudiera resultar atractivo para aquella gente que pueda y quiera acercarse a la historia. Ese también es un compromiso del historiador.
El "goya" en CU representa uno de los rituales del equipo universitario
 que más emociones despierta 
[Notas: 1. Pablo Alabarces “Los estudios sobre el deporte y sociedad: Objetos miradas y agendas” en Peligro de Gol, p 11]

Roberto Tiempos es egresado de Historia en la FES Acatlán-UNAM. Su gusto por el futbol lo ha llevado a analizarlo desde las gradas. Este es el resultado de sus investigaciones.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

[Vaguedades] es una revista crítica, por ello ve con buenos ojos que otros critiquen su trabajo.
Si tienes algún comentario hacia este artículo, háznoslo saber.
Recuerda que las críticas siempre deben ser fundamentadas y las propuestas o correcciones nos ayudan a crecer. Por favor respeta a los demás como esperas que te respenten.