Te quiero como el que ama
aquello que no es posible:
ser fantástico,
sueño utópico,
entelequia indivisible.
Lástima que a diferencia
de aquéllos, tú si existes:
amor romántico,
tal vez patético,
amor que es inadmisible.
Y sin embargo,
no todo está perdido
(o al menos eso espero).
Porque si bien el amor no es teleológico,
la interpretación subjetiva de este caso
me hace pensar que sólo es distinto lo que siento
mas no la esencia del sentimiento mismo.
2
Dime si el amor cortés
no es, al fin y al cabo, solamente amor.
Y si lo Cortés no quita lo caliente
(Cfr. Hernán el conquistador)
ahí tienes el cuadro completo.
Ojalá esto sirva como ejemplo,
puesto que sólo sé explicarme como historiador.
De ahí que no te garantizo
que mi amor sea único,
quizá un poco anacrónico
(¿qué son 500 años de distancia
con el pasado medieval?)
pero eso sí, auténtico;
aunque no comprometido.
3
¿Acaso por eso no necesito
un enorme tratado al respecto,
y me basta con resumir todo esto
en un poema tan expedito?
V. Tezcaltzin es un estudiante de Historia que
sigue al pie de la letra el adagio de “músico poeta y loco…” Comparte de
Octavio Paz la idea de que nada se repite, sólo existen “rimas históricas”.
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